Ante ti me siento, papel en blanco, a buscar la belleza de las palabras escritas
que de mi corazón a veces, otras de mi mente y, sobre todo de mi alma nacen.
Me animas a que broten de ellas sentidos que apenas conozco
y afloren ante tu blanca paciencia.
Pareces sonreír cuando con mi pluma te acaricio,
pareces triste cuando te abandono en mi alforja.
A ti confío tristezas pasadas, esperanzas futuras, miedos, anhelos y alegrías.
Creamos historias y al tiempo las vivimos,
nos conocemos poco pero,¡qué pronto nos hicimos amigos!.
En ti queda plasmado un presente eterno
y, eterna tu soledad cuando yo me haya ido
guarda mis secretos hasta que yo ya no esté
pues, curiosas miradas te robarán mi intimidad:
familia, amantes o amigos nos harán renacer del olvido
¿Llorarán, reirán?, dependerá de lo que me hayan querido.
Qué importa nada?
domingo, 11 de noviembre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
Misteriosa mujer
Misteriosa y seductora cruzas por mi puerta a diario con
tres perritos que altivos presumen de dueña. Pasean serenos, juntos, en orden, unidos por una sola correa que sujetas sin
apenas forzar.
Hechizados parecen los tres delante de tu esbelta figura, e igual yo, hechizado quedo con la mirada de tus ojos negros.
Piel dorada, labios de fresa y brillante melena oscura moldean un rostro que hasta los dioses anhelan. Ni el sol ni la luna ni la más lejana de las estrellas podrían semejar tanta belleza.
Hechizados parecen los tres delante de tu esbelta figura, e igual yo, hechizado quedo con la mirada de tus ojos negros.
Piel dorada, labios de fresa y brillante melena oscura moldean un rostro que hasta los dioses anhelan. Ni el sol ni la luna ni la más lejana de las estrellas podrían semejar tanta belleza.
¿Quién eres misteriosa y silenciosa dama que hasta en mis
sueños apareces?
Senos turgentes y sinuosas curvas, mis manos recorren desde un extremo a otro de tu sedoso cuerpo, ni un solo poro de tu piel por explorar queda, me pierdo en su frescura y el tiempo deja de existir pero, son tus manos las que bailando sobre mi cuerpo entienden mi deseo. Tus ojos en los míos buscan lo que quiero, lo encuentran y ahora es tu cuerpo el que baila sobre el mío. Nuestros sexos abrasan y nos convertimos en un solo elemento, gritos y llantos de pasión nos hacen perder el control y con el éxtasis la razón.
Senos turgentes y sinuosas curvas, mis manos recorren desde un extremo a otro de tu sedoso cuerpo, ni un solo poro de tu piel por explorar queda, me pierdo en su frescura y el tiempo deja de existir pero, son tus manos las que bailando sobre mi cuerpo entienden mi deseo. Tus ojos en los míos buscan lo que quiero, lo encuentran y ahora es tu cuerpo el que baila sobre el mío. Nuestros sexos abrasan y nos convertimos en un solo elemento, gritos y llantos de pasión nos hacen perder el control y con el éxtasis la razón.
Abro los ojos, todo está en calma, me miras con curiosidad y
satisfacción y advierto algo extraño. Mis brazos, mis piernas, mi cuerpo es
otro. Me incorporo pero las piernas no me sostienen y caigo sobre mis manos,
las observo sobresaltado, no son manos, son patas, le pregunto que ocurre pero no
es mi voz, es un aullido lo que brota de mi garganta.
Un elegante collar me coloca alrededor de mi cuello y, junto
a mis tres compañeros, paseamos altivos, hechizados delante de nuestra esbelta y
mágica dueña
sábado, 22 de septiembre de 2012
Eugenia
Te marchaste donde nada importa, sí, cierto es que el dolor
es inevitable, pero si nada importa allí, ¿porque algo debe importar aquí?, si
todos iremos donde tú estás tarde o temprano para quedarnos para siempre. Y que importa si es tarde o
temprano una vez allí.
Recuerdo a la perfección la última vez que te ví, sentado en el porche de la casa en la playa con un cigarro y un café, pensando en nuestros juegos, en la niñez, en los días felices de vacaciones veraniegas, en tu novio de entonces esperando en la esquina escondido para no ser visto y delatado por mis inocentes saludos.
Incorporandote del sillón donde descansabas me miraste a través de tu ventana con una mirada casi perdida. Solo dos horas después te marchaste donde nada importa.
Recuerdo a la perfección la última vez que te ví, sentado en el porche de la casa en la playa con un cigarro y un café, pensando en nuestros juegos, en la niñez, en los días felices de vacaciones veraniegas, en tu novio de entonces esperando en la esquina escondido para no ser visto y delatado por mis inocentes saludos.
Incorporandote del sillón donde descansabas me miraste a través de tu ventana con una mirada casi perdida. Solo dos horas después te marchaste donde nada importa.
jueves, 20 de septiembre de 2012
Noche mágica de septiembre
Como melodía improvisada de la nada apareciste, suave,
serena, amable y valiente. A mí te uniste por los senderos de estos montes que
tanto temes y tanto amamos, temor que a cada paso el atardecer va calmando. Sus
bellos colores al mar va ofreciendo y junto a culebras, águilas y muflones, nuestros ojos de gozo van colmando. Cómplices nuestras miradas llenas de vida
se cruzan y sonríen por una amistad recién nacida
Seguimos camino, sintiendo la felicidad la conexión de
nuestras almas y lentamente la noche gana fuerza, fuerza oscura de luna nueva y
la magia va apoderándose de ella, de nosotros.
Mágica por el intenso brillo de las estrellas, mágica por
nuestra soledad compartida rodeada de vida, mágica por la danza de nuestros
cuerpos ofrecida al cosmos a ritmo de tambores, mágica por la belleza de todo
tu ser
viernes, 7 de septiembre de 2012
Por un momento fue real
Una luz blanca abraza justo el espacio de nuestros cuerpos. Alrededor sombras distorsionadas entre nubes oscuras, sombras ajenas a nuestras serenas miradas pretenden dañarte, invadir nuestra luz que es fuente de paz, fruto de amor, semilla de serenidad , pero no pueden, se frustran, se enfadan, desisten, se marchan.
Un arco de suaves colores florece entre nuestros corazones y esa mirada tuya refleja una felicidad desconocida, me atrae, deseo conocerla, adentrarme en ella, experimentarla, pero descubro que no me ves, que no estoy, que no soy yo, solo mi alma que te protege y me deslizo de nuevo buscando mi cuerpo ¿dónde estás? ¿por qué no estás aquí? Comprendo que ya no es su lugar y debe marchar. Todo está oscuro, te dejé la luz y me llevé un sueño, una ilusión.
Un arco de suaves colores florece entre nuestros corazones y esa mirada tuya refleja una felicidad desconocida, me atrae, deseo conocerla, adentrarme en ella, experimentarla, pero descubro que no me ves, que no estoy, que no soy yo, solo mi alma que te protege y me deslizo de nuevo buscando mi cuerpo ¿dónde estás? ¿por qué no estás aquí? Comprendo que ya no es su lugar y debe marchar. Todo está oscuro, te dejé la luz y me llevé un sueño, una ilusión.
viernes, 31 de agosto de 2012
Hoy no me importaria morir
Hoy no me importa morir. En un principio, he sentido que no me importaría morir físicamente pero, después esa muerte se ha transformado en morir al mi mismo, dejar de existir para hacerlo sólo para los demás. Siento angustia, algo no va bien y debe cambiar.
Si muero ya no me importaría nada que tenga que ver conmigo, si soy alto, bajo, grande, pequeño, guapo, feo, rico, pobre, listo, o tonto, si me quieren o no. Entonces, ¿porque no morir en vida y entregarla a los demás? Voluntad necesito, mucha, para tomar una decisión así, dejarlo todo y marcharme a morir allí donde sea necesaria esta muerte.
¿Qué puedo hacer aquí? Mi vida apenas tiene sentido, nadie me necesita, ni hijos, ni mujer ni apenas gente que me quiera. ¿Qué busco, unirme al Alma Universal, el Amor Incondicional? ¿Para qué? Sentado en el sillón de casa en mi soledad, ¿de qué serviría si lo encontrase? ¿Pero dónde ir, quién me puede necesitar? Soy yo quien necesita ayuda, no puedo solo, espero que mi alma atraiga a ese maestro que me guíe. Dicen que no es el discípulo quien encuentra al maestro sino el maestro al discípulo cuando éste está preparado.
Es posible que en esta vida no pueda ser y que, como bien afirman las filosofías orientales, todo lo aprendido en ésta te ayudará en la siguiente. En este caso, seguiremos viviendo y aprendiendo. Tal vez, en la próxima vida estas inquietudes sean innatas y pueda ser un Buda, una Teresa de Calcuta, un Vicente Ferrer o cualquiera de tantos anónimos hombres buenos que han dado su vida por los demás.
Es el único deseo que no quisiera eliminar de mi ego.
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